Nuestro Método

Proceso de
Fabricación

Debido a la automatización de procesos en fábrica, el proceso de industrialización de nuestro sector se ha visto mermado con el paso del tiempo, poniendo en el mercado un producto de muy baja calidad.

En Banderas Puerta de Hierro nos desmarcamos de lo que ha hecho todo el sector para abaratar costes a raíz de la crisis de 2008. Teníamos decidido no perder calidad con las nuevas automatizaciones en la fabricación. Esas que recortaron el proceso a 2 simples pasos: impresión con calandrado y corte-confección. Tampoco íbamos a utilizar ese modelo rápido y de grandes cantidades, donde se pierden los detalles. Ni usar tejidos finos y abiertos, de menor resistencia a la intemperie y que se rompen con facilidad, en los que no penetra tanta tinta y por ello pierden color.
Nuestro propósito ha sido mantener unas banderas de las que seguimos tan orgullosos como desde los inicios, por allá en 1978. Nuestro amor y respeto por ellas nos hizo tomar esta arriesgada decisión. Seguir apostando por la calidad.
Es hora de explicarte los 4 pasos de nuestro método de fabricación artesanal de banderas.

Impresión con un plus de tinta

Las tintas que usamos son al agua, más ecológicas y son de aquí, de Europa.
El proceso comienza imprimiendo en papel con gran cantidad de tinta para lograr intensidad de color y que después la tinta penetre a fondo en el tejido, así conseguimos un traspaso total del color a la segunda cara.
Esto es fundamental para que a simple vista la bandera brille y los colores se vean vivos.

Montaje, elección del tejido y corte

En función del trabajo y la aplicación que le vaya a dar el cliente le colocamos un tejido u otro. Empleamos un tejido específico fabricado para nosotros en España. Nuestro tejido de bandera es más cerrado, más resistente y elegante. 100 % poliéster, indesmallable.
Cuenta con más número de hilos y de mayor calidad y un plus de acabado, que el resto de fabricantes no tienen. Lo que hace que sea más resistente frente al viento y el sol. La bandera vuela con el viento, pero también se ve bonita sin él.
En esta fase, además de cortar, revisamos y corregimos posibles errores de impresión.

Estampación a mayor tiempo

A continuación, estampamos a un mayor tiempo para que la tinta se transfiera del papel al tejido hasta conseguir su traspaso total. Este tiempo es muy superior al del resto de fabricantes, ya que al utilizar telas más abiertas, con menos hilos, el color pasa más rápido.
Imagina que tienes que tamizar harina. Cuanto más abierta sea la trama del colador, menos harina queda en él. Eso mismo pasa en una bandera, cuanto más pobre y abierto es el tejido, menos retiene el tinte y por ello no queda impregnado el color.

Confección al detalle y con mimo

Trabajamos de forma minuciosa para lograr una mayor resistencia. Reforzamos el tejido con cinta de refuerzo para que la zona de tensión no se rompa y con puntadas muy finas para que el viento tarde más en dañarlo. De hecho, en la mayoría de las banderas el viento no daña la confección, sino que desgasta el tejido primero.
La consecuencia de que nuestras banderas duren más es que son más sostenibles, ya que vas a tener que reponer tus banderas con menor frecuencia, y ya sabemos que la primera regla de las 3R de la sostenibilidad es Reducir.